La realidad es compleja. La vida es compleja. Tendemos a simplificar, a pensar de forma lineal en las soluciones y causas de los problemas, pero olvidamos que nunca podremos abarcarlos por completo.
En parte, lo aprendimos así: “acción-reacción”, “causa-efecto”. La linealidad puede explicar una parte pequeña de las realidades y las situaciones. Sólo eso. Porque la realidad es compleja y las personas somos complejas. Definirlas (y definirnos) de manera lineal, simplificada, puede llevarnos a juicios apresurados y crueles.
Simplificar puede servir en un instante inicial, cuando nos asomamos a una ciencia, a un problema, a una pregunta. Pero el desafío está en atravesar ese velo para ver la maravilla del paisaje que se extiende y no acaba. Quedarse del otro lado restringe las posibilidades y nos aleja del entendimiento y de las soluciones verdaderas. Alimenta el ego de quien cree que entiende todo, y la frustración del que ve que nada funciona. Y hace peligrar la mente curiosa de quien aprende, que puede ver el velo como un muro.
En este momento, vivimos un tiempo de una complejidad, incertidumbre y vulnerabilidad mucho más elevadas que de costumbre. Esta afirmación no es nada nueva, pero tampoco es para asustarse ni perder la esperanza. Es para mirar humildemente y darnos cuenta de que lo que sabemos es infinitamente poco respecto de lo que no sabemos. Y eso nos lleva a saber que no podemos solos con todo esto.
Necesitamos estar juntos. Formar equipos y redes lo más diversas posibles, que piensen, reflexionen y también tomen decisiones. Para eso, necesitamos desarrollar confianza, distribuir el liderazgo, pensar juntos, escuchar mucho y mirar también. Salir de nuestro cerebro para conectarnos con los demás, derribando el mito de que algún gurú tiene todas las respuestas.
Muchas veces nos sentimos agobiados, ahogados, sobrepasados por esta realidad que nos abruma. Para salir “del pozo” un primer paso es derribar la autosuficiencia y salir al encuentro. Para atravesar esta tormenta, hoy más que nunca, necesitamos ponernos las lentes que nos muestran la complejidad que desafía y la compañía que fortalece.