Gardner no dice “lo que le enseñaron sus maestros”, “los libros que leyó”, “las evaluaciones que aprobó”…
Dice “lo que fueron…”. La huella que dejamos en quienes les enseñamos es mucho más profunda. Tiene que ver con cómo somos con ellos, como nos vinculamos, cómo nos vinculamos con nuestro ser maestros, ser líderes, ser aprendientes. El amor por las disciplinas, el amor por la profesión, el amor por seguir aprendiendo. La pasión, la valentía, la humildad…
También los contrarios marcan, dejan huellas. Cerrá los ojos y pensá en alguno de tus maestros, en alguno de tus líderes. Pensá las huellas que te haya dejado. Agradecé esas huellas, agradecé hoy que formen parte de quien sos.