Necesito un descanso… Que se pare el mundo, que me quiero bajar… No doy más… No puedo más… Cuánto falta… Me duele todo… Cuánto más… No quiero más…
Necesitamos un respiro. Las personas que nos rodean necesitan un respiro. Un oasis donde encontrar descanso, donde relajar el cuerpo y reír un poco con el alma. Ese oasis no se encuentra necesariamente en un lugar físico concreto. Ese oasis puede ser una persona. Un otro con el corazón abierto para recibir con confianza y cariño. Un otro que no juzga, sino que nos mira como a ese misterio complejo e inabarcable pero precioso que todos somos en lo profundo.
Nosotros podemos ser, para los demás, desierto u oasis. Respiro o asfixia.
Hoy te proponemos salir a buscar y generar oasis. No te quedes esperando a que alguien lo haga.
Hoy, sólo te preguntamos. ¿Quién estás siendo para los otros? ¿Qué o quién es tu oasis?