El Rey León es una película animada que fue lanzada en 1994 por Disney, con música de Elton John. En este clásico, su protagonista Simba huye de su reino impulsado por la culpa y la vergüenza, luego de la muerte de su padre, el rey Mufasa.
En su adultez, tiene la oportunidad de regresar a asumir su rol de heredero, y recibe un mensaje de su padre. Lo interesante es que, desde las estrellas, Mufasa no le dice que se “haga cargo de sus deberes”. Su mensaje es contundente: “recuerda quién eres”. Nuestros ancestros, nuestro lugar, las enseñanzas en nuestro corazón y nuestra historia, configuran nuestra identidad. Pero así también nuestras elecciones. La decisión de intentar olvidar todo y vivir como si fuéramos otro, por ejemplo. Un león comiendo insectos… ¿es fiel a su ser león? ¿podría sobrevivir?
Olvidarnos de quién somos entraña peligros y consecuencias para nosotros mismos, pero también para quienes nos rodean y para nuestro ambiente, nuestra casa grande. Volver a las bases, aceptar nuestra historia y nuestros errores para crecer y hacernos responsables por nuestro destino y por el de los demás, nos libera, nos da fuerza, y nos brinda el coraje para encarar los desafíos que se nos presenten.
Acompañar en el proceso de hacerse responsables, desde la propia identidad y los propios valores, es educar en un sentido muy profundo. Es ser, también, dueños y líderes de nuestra propia vida.