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Organizaciones que aprenden

Hace un tiempo hablábamos de la necesidad de “aprender a aprender”. Pero, ¿para qué? ¿Vemos genuinamente su valor? De eso, en parte, se trata este post.

Todavía permanece en nuestras representaciones una división entre los momentos y los ambientes en los que aprendemos y los que “hacemos”, trabajamos, enseñamos, aplicamos lo aprendido.

De esta manera, en una institución educativa, los estudiantes aprenden y los adultos ya se han formado y ahora son los que enseñan. En otras organizaciones pasa lo mismo. Uno estudia, se prepara y luego es seleccionado para un cargo en donde deberá aplicar lo que aprendió. A lo sumo hay algún programa de prácticas, o jóvenes profesionales que “se supone” están aprendiendo. Y luego, asistimos a una capacitación cuando algo cambia, para aplicar una nueva herramienta. Así sucesivamente.

Esta idea está basada en lo que era hace tiempo, la concepción sobre el trabajo, el aprendizaje, el progreso.

Pero, ¿esto sigue vigente? 

Sabemos que las personas aprendemos y crecemos durante toda la vida. No es algo que se limite a la niñez, a la infancia o juventud. Es más, ya hace años nuevos modelos de potencial y talento humano saben que la capacidad y el interés por el aprendizaje es, justamente, una de las variables claves para determinar el potencial de una persona. Lo que ya aprendimos nos potencia a continuar creciendo sólo si estamos dispuestos a no cerrar ese camino.

Ahora, vamos más allá: las organizaciones orientadas al aprendizaje son aquellas que tienen posibilidad de crecer, de ser resilientes, de encarar los presentes y futuros desafíos con mayor éxito y asertividad. La organización en la que el aprendizaje no se encuentre entre sus valores y metas centrales, tarde o temprano se encontrará con problemas que no podrá resolver, con un techo en su potencial crecimiento y adaptación al mundo cambiante.

En este tiempo, los cambios y la creciente incertidumbre visibilizan y profundizan estos conceptos. Mucho se habla de los entornos VUCA, caracterizados por su volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad. No hay forma de que “estudiando unos años” tengamos todas las respuestas que se necesitan para progresar en estos contextos.

Entonces ya, los conceptos teorías y nuevos diseños vinculados al aprendizaje (y al aprendizaje inclusivo) dejan de ser algo exclusivo y propio de docentes y pedagogos para ser algo que todos necesitamos. 

No se trata de tener un lindo slogan que rece que “todos aprendemos y enseñamos”. Sino de dedicar tiempo, recursos a propiciar el aprendizaje de cada uno. Que esto sea una estrategia de la institución.

Para pensar: ¿qué aprendizajes creés que logró la organización en la que trabajás este año?

2 comentarios en «Organizaciones que aprenden»

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