New Amsterdam es un (otro) drama médico de NBC que llegó recientemente a Netflix, basada en un libro de Eric Manheimer, que cuenta sus aventuras como director médico.
Se pueden comentar muchas cosas respecto de esta serie que se está volviendo muy popular. Las vivencias y dramas personales de los médicos, los temas actuales y controvertidos que se tratan, el (des)equilibrio de su protagonista entre su familia, su pasión por la medicina y sus pacientes, y su ser él mismo paciente oncológico.
Pero lo que hoy nos convoca es su frase de cabecera, que se constituye en un verdadero lema como líder. Él se presenta, escucha y luego responde “¿cómo puedo ayudar?”.
Una frase poderosa, más allá de lo que le sirve para lograr aceptación y confianza de parte de sus colaboradores. Es poderoso en el sentido más profundo de la palabra. Porque implica un compromiso, casi un “cheque en blanco”. Poderoso porque pone al otro en una posición de creador de soluciones, no de pasivo planteador de quejas o reclamos. Exige que el otro piense en qué necesita y en qué soluciones podrían generarse.
Poderoso porque asume una postura de liderazgo como servicio. Y a esto queremos llegar. Si soy líder estoy al servicio para facilitar los aprendizajes y las soluciones. Soy gestor para lograr destrabar, negociar e inspirar respecto de las metas y los valores del equipo.
Si soy docente, maestro, formador, estoy al servicio de mis estudiantes, para facilitarles oportunidades mejores de aprendizaje.
Si alguien te pregunta hoy, en eso que sentís que no podés, que no sale, que no está bien, ¿cómo puedo ayudar?… ¿Qué responderías? ¿Qué pedirías? Bueno, tal vez sería tiempo de aprender a pedir ayuda, y de animarse a ofrecer también lo que tenemos para dar.
El poder verdadero está en más mentes y corazones juntos para salir adelante.