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Educación, enseñanza… ¿Sinónimos?

Breaking Bad es una serie de 2008 y cuenta la historia de un profesor de química que enferma de cáncer y que a cierta altura de su vida y sosteniendo varios trabajos no puede afrontar los costos de su tratamiento. Viéndose en esta situación, aplica todos sus conocimientos para construir un imperio narco.  

 

Si bien no queremos adelantar mucho sobre lo que sucede en la trama de la serie, el personaje de Walter White combina sus conocimientos de química, materia de la que era profesor en una escuela secundaria, con las habilidades de Jessie Pinkman, un ex estudiante conocedor de los movimientos necesarios para comenzar un negocio basado en la producción de metanfetaminas. 

 

En este posteo los invitamos a repensar la serie desde otra óptica. 

 

Analizándolo de cerca, Walter es un profesor que enseña a su alumno a realizar preparaciones químicas, y damos fé que en el transcurso de la serie que su estudiante aprende mucho de él. Por ese motivo abrimos la pregunta, aunque da para largo debate y varias preguntas..

 

¿Enseñar es lo mismo que educar?

 

Indiscutiblemente entre ambos se desarrolla una relación de enseñanza aprendizaje, es decir, un tutor, más avanzado en un campo, organiza y distribuye conocimientos y habilidades a fin de que el aprendiz los adquiera. En la serie, esto está potenciado por su relación previa, efectivamente Walter y  Jessie estaban unidos por un vínculo pedagógico en el pasado.  

 

Centrándonos un poco más en la pregunta que planteamos anteriormente…

 

Cuando educamos, entendemos que no sólo estamos transmitiendo un saber a un otro, sino que estamos formando a una persona. La mirada es más integral, completa (y también compleja). Cuando educamos, ayudamos al otro a crecer, en el sentido más amplio y profundo de la palabra. Esto trasciende la mera transmisión de un contenido o habilidad concreta, para implicar la comprensión profunda del mundo y de uno mismo.

Ahora vamos un poco más allá, juguemos el todo por el todo. Porque ese conocimiento del mundo y de uno mismo, no vale nada si no podemos aprovecharlo para descubrir, acompañar y potenciar el propio sentido y proyecto de vida. En la serie esto se expresa claramente, el proyecto que proponen ambos no tiene un fin valioso en sí mismo, de hecho, el fin de la serie nos plantea escenarios poco deseables para ambos protagonistas. 

Cuando educamos a alguien, ayudamos a que esa persona vaya descubriendo y construyendo su mejor versión, desplegando sus posibilidades. En este caminar construye un mundo un poquito mejor, y es en este punto donde el ejemplo de este programa cabe. Podemos ver como en el transcurso de las temporadas se cierran los caminos, se acaban las posibilidades, y los personajes se van transformando en verdaderos villanos, que hacen del lugar donde viven y de quienes los rodean, personas menos felices. 

 

La oportunidad es esta: con cada maestro, la persona  se encuentra a sí mismo en diversos aspectos, descubre algo, produce algo bueno que transforma, también, su entorno. Y esto así, sigue multiplicándose.

Cuando esta dimensión profunda de las metas se pierde… puede ser que, en términos de eficiencia, hagamos un “gran trabajo”. Pero bueno, queda sólo un cascarón vacío. 

 

La serie involucra incontables aspectos para analizar desde la mirada educativa. Esperamos pronto continuar profundizando más. 

 

Entonces, ¿educar, es lo mismo que enseñar?

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